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Vitamina C: ¡Buena para la piel!

Publicado en3 años hace por
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¿Cómo puedo asegurarme de que la piel obtiene la vitamina C que necesita?

El cuerpo no puede producir vitamina C, de manera que es nuestra responsabilidad proporcionarle la cantidad necesaria al cuerpo. Y debido a que este no puede almacenar vitamina C, es muy útil consumir o aplicar este nutriente a diario.

Cada vez con más frecuencia, se usa vitamina C en productos tópicos (aplicados externamente) para el cuidado de la piel. Se usa para estimular  la piel  y para mantenerla con un aspecto joven, saludable y radiante. Además, a menudo, es uno de los primeros productos antienvejecimiento que se usa.

¿Qué es la Vitamina C?

La vitamina C (también conocida como ácido ascórbico y ácido L-ascórbico, aunque en realidad son formas diferentes de la vitamina) es un nutriente esencial para nuestra salud  general y para la de la piel. 

Contribuye a la reparación de los tejidos, fortalece el sistema inmunitario y es esencial para muchos de los procesos enzimáticos del cuerpo que nos mantienen sanos: se sabe que la falta de vitamina C causa escorbuto, uno de los primeros trastornos nutricionales que identificaron en los marineros. Asimismo, la vitamina C es un potente antioxidante.

La vitamina C se encuentra de forma natural en una gran variedad de alimentos, siendo los cítricos el ejemplo más citado. Se utiliza en una amplia gama de medicamentos de venta sin receta, se vende como complemento dietético y es cada vez más un ingrediente clave en los productos para el cuidado de la piel.

¿Por qué es buena para la piel la vitamina C?

Como potente antioxidante, la vitamina C neutraliza los radicales libres que causan estrés oxidativo en la piel y provocan su envejecimiento prematuro. También es esencial para la producción de colágeno en las células cutáneas,  que ayuda a mantener la estructura de la piel y a retrasar los signos del envejecimiento.

La vitamina C como antioxidante

Está demostrado que la vitamina C ayuda a neutralizar los radicales libres del cuerpo que provocan estrés oxidativo. De este modo, ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y a retrasar los signos visibles del envejecimiento biológico de la misma. El estrés oxidativo se manifiesta con  una piel con  aspecto apagado y cansado y la vitamina C le aporta el estímulo que necesita para mantenerse joven y fresca.

La vitamina C es un antioxidante potente que ayuda a la piel a combatir los radicales libres perjudiciales o dañinos.

La vitamina C y el colágeno

La cantidad de colágeno disminuye a medida que envejecemos y la vitamina C favorece la producción de colágeno.

El colágeno es una de las sustancias naturales que rellenan la piel. Cuando somos jóvenes  tenemos colágeno en abundancia y le aporta a la piel un aspecto firme y uniforme. A medida que cumplimos años, el colágeno se reduce y esta disminución contribuye de manera significante a la formación de líneas de expresión y arrugas, así como a la pérdida de volumen y flacidez facial. 

La vitamina C ayuda en dos sentidos. En primer lugar, es esencial para la producción de colágeno en las células cutáneas. En segundo lugar, como potente antioxidante que es, la vitamina C ayuda a proteger la piel de los radicales libres que dañan las células, responsables de la síntesis de  componentes de la piel, como el colágeno, y aceleran su degradación. 

Una dieta saludable y equilibrada rica en vitamina C es esencial tanto para la salud general como para la de la piel. Es importante comer una gran cantidad de fruta fresca y verduras, como hojas verdes, tomates y cítricos.

La vitamina C y el cuidado de la piel

Cada vez con más frecuencia, la vitamina C es más popular en productos de cuidado de la piel tópicos (  significa que se aplican de forma externa) en los actúa estimulando la piel y manteniéndola  con un aspecto joven y radiante.

Vitamina C para la cara: Beneficios:

- Combate el envejecimiento de la piel

La vitamina C es un poderoso antioxidantes que neutraliza los radicales libres y evita el estrés oxidativo.

Los radicales libres son unas moléculas que se forman principalmente debido a la exposición solar o por hábitos de vida poco saludables como fumar.

Estas moléculas son las causantes directas del envejecimiento prematuro de la piel y, por ello, la vitamina C tiene un papel fundamental a la hora de combatir la degradación de colágeno y, por lo tanto, la aparición de la flacidez y las arrugas.

- Protege frente a la contaminación

La vitamina C no sólo protege frente a la acción de los radicales libres; también es un aliado imprescindible a la hora de contrarrestar los efectos nocivos de la contaminación.

Esta sustancia protege la dermis contra el ozono y, aparte, ayuda a reparar los daños celulares que causa.

Por eso, la vitamina C está especialmente recomendada para aquellas personas que viven en grandes ciudades y están sometidas a altos niveles de contaminación a diario.

- Refuerza la barrera cutánea

Aumenta la producción de lípidos y ceramidas, reforzando así la función barrera de la piel y manteniendo los niveles óptimos de hidratación.

De esta forma, la tez está más suave y elástica y preparada para hacer frente a los primeros signos del envejecimiento.

- Estimula la producción de colágeno

El colágeno es una sustancia que está presente de forma natural en el organismo y que actúa como un sostén uniendo los tejidos cutáneos. Aporta elasticidad y firmeza y deja la piel más suave y tersa.

Con el paso de los años, su producción disminuye dando lugar a la flacidez y a la aparición de arrugas y líneas de expresión.

La vitamina C aumenta la formación de colágeno y evita que aparezcan los signos de la edad.

- Reduce la inflamación

La vitamina C alivia la irritación y calma el enrojecimiento. Además, también reduce la inflamación por lo que es perfecta para la piel sensible y para combatir algunos problemas cutáneos como la rosácea o el acné.

En el caso del acné, también ejerce una acción exfoliante que limpia en profundidad los poros evitando su obstrucción y regula el exceso de grasa.

Y no sólo eso. Reduce las marcas producidas por los granos y tiene propiedades antibacterianas.

- Protege frente a las radiaciones solares

Reduce los daños que las radiaciones solares UVA y UVB que aceleran el envejecimiento de la tez y provocan la aparición de las arrugas y la flacidez. También reducen el aspecto de las manchas oscuras provocadas por los rayos UV.

Eso sí, no es un protector solar en sí. Si quieres proteger tu piel del astro rey, deberás usar un protector solar con un factor de protección muy alto (SPF 50+).

- Aporta luminosidad

Las células muertas se acumulan en la piel y hacen que la tez tenga un aspecto cetrino y apagado. La vitamina C actúa como un exfoliante eliminando las impurezas y aporta a la tez más luminosidad.

Además, también mejora y unifica el tono. Previene y reduce las manchas oscuras provocadas por los rayos UV.

También inhibe la producción de melanina y es un excelente aliado para combatir el melasma y conseguir un tono más uniforme.

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