¿Sabías que la lejía debe mezclarse con agua fría?
Debe mezclarse con agua fría, ya que con el agua caliente el cloro se evapora y pierde su capacidad desinfectante.
Aunque parece ser un mito, mezclar lejía con agua caliente es una mala idea. De hecho es uno de los errores más habituales que se cometen al limpiar con lejía. Al subir la temperatura, la lejía se evapora y ya no desinfecta, por eso es recomendable usarla siempre con agua fría. Esto es porque el hipoclorito sódico (lejía) con el calor se evapora más fácilmente y, además, puede ser peligroso debido a los gases que desprende. Y es que si la lejía se calienta puede provocar un compuesto tóxico, corrosivo e irritante llamado cloro gas. Ten en cuenta que, a partir de 30 grados, se empieza a formar este compuesto.
Además, al estar caliente y evaporarse la lejía, no se puede garantizar la concentración adecuada para desinfectar. Lo ideal es preparar la lejía a diario y en agua fría en las proporciones adecuadas.
Evita también mezclar la lejía con otros limpiadores, como amoniaco, salfumán, vinagre, alcohol, lavavajillas o anticalcáreos.